logo tribu pitusa juguetes educativos

Mi viaje con la lactancia materna: altibajos, alegrías y aprendizajes

Bebé lactante
Una de las principales dudas que nos surgen cuando somos madres por primera vez (o antes de serlo), es el tipo de lactancia que vamos a escoger para nuestros hijos.

Hoy quiero compartir y dar a conocer lo que yo viví con mi lactancia materna y las decisiones que tomé en cada momento.

Aunque en este artículo solo hable sobre la lactancia materna, en ningún momento pretendo imponer una forma de pensar, ni que sea mejor ni peor. Es más, pienso que cada decisión que tomamos en relación a nuestros hijos, siempre que sea desde el amor, es la mejor que podemos tomar.

Pero también considero que conocer distintas vivencias nos engrandece y nos puede ayudar a elegir lo que más nos conviene en cada momento.

 

Desde el principio de mi embarazo tuve muy claro que daría el pecho a demanda. Para mí, esa era la mejor decisión.

Compré libros, me informé mucho y, en mi cabeza, no cabían las preocupaciones. Todo sería coser y cantar…

Mi hijo nació el 28 de agosto del 2012 en un parto natural, rápido y maravilloso. Muy intenso pero absolutamente respetado y sin traumas. No me despegué de mi bebé en ningún momento y, desde el minuto cero, estuvo en mi pecho para iniciar la lactancia lo antes posible.

Lactancia materna
Yo con mi hijo, recién nacido.

Aún tengo en mi memoria decenas de vídeos en los que veía a bebés reptando para alcanzar el pecho e iniciando la lactancia de manera natural.

Este no fue para nada mi caso porque mi bebé resultó ser más bien gandulete y necesitó motivación por mi parte.  Acercaba mi pecho a su nariz y su boquita y, con paciencia, conseguí que se agarrara al pecho. Aún así, mamaba dos o tres minutos y se quedaba dormido.

En ese momento entendí que cada parto, cada mujer, cada bebé y cada lactancia es distinta y comparar no nos hace ningún bien. De verdad que no existe un manual de la madre y el bebé lactante perfectos.

Con el pasar de las horas, mis comadronas me aconsejaron que lo estimulara con algo sencillo: unas leves cosquillas debajo de la oreja para que se activara y continuara mamando.

Así lo hice y ¡lo conseguimos!

Una vez en casa, esta vez sin el amparo de las maravillosas profesionales que me habían acompañado durante mi embarazo y parto, tomé una de las mejores decisiones: dejarme asesorar y acompañar por Berta y Myriam, dos asesoras de lactancia materna y grandísimas profesionales con las que pude contar 24 horas, 7 días a la semana.

Lo más acertado para mí

fue contar con asesoras de lactancia materna

Con su ayuda, gestioné y superé las crisis de lactancia materna (sí, existen, y hay un momento en el que puedes llegar a plantearte si seguir con la lactancia por desconocimiento y la falta de ayuda).

También superé las noches sin dormir. Mi bebé era muy demandante y el agotamiento, en ocasiones, podía conmigo.

Cuando llega este punto de pasar las noches sin dormir, hay muchas madres que deciden empezar con la lactancia mixta, lo cual desde mi opinión es una opción totalmente válida, ya que cuando la lactancia materna a demanda se convierte en algo desesperante e incluso te genera malestar (tanto físico como mental), hemos de valorar si lo que hacemos nos compensa y nos hace sentir bien.

A los siete meses de tener a mi bebé, me encontré con otra complicación: una obstrucción de una de las glándulas mamarias de mi pecho derecho.

Fue doloroso, agotador y en ese momento me invadió el miedo, pero gracias a la ayuda de mi pareja y mis
asesoras de lactancia materna (me faltará vida para agradecerles todo) conseguimos solventarlo en menos de 24 horas.

A partir de ese momento, todo mejoró. Mejoró tanto, que mi lactancia continuó hasta los cinco años, aunque es cierto que los dos últimos años le daba el pecho sólo para dormir o cuando se ponía malito. Eso le calmaba.

A los cinco años mi hijo y yo llegamos a un acuerdo para ir dejando el pecho poco a poco hasta que él mismo, después de recibir un peluche como regalo de su abuela, tomó la decisión de dejar el pecho a cambio del peluche.

Este es mi historia, mi viaje con la lactancia materna.

Como he dicho anteriormente, cada mujer y cada lactancia es única, y cada decisión tomada desde la coherencia y el amor es maravillosa y respetable.

Si esto que he contado sirve para ayudar o conseguir empatizar con alguna madre, me doy absolutamente por satisfecha.

Disfruta de la lactancia y de la maternidad al máximo,

porque es algo único y para toda la vida

Jessica

Jessica

Mamá, asesora de lactancia y aficionada a las pelis de terror sobrenatural.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio esta protegido por reCAPTCHA y laPolítica de privacidady losTérminos del servicio de Googlese aplican.

BUSCA AQUÍ

TU PRODUCTO